Lágrima

De un mar salado, oscuro y solitario
brota lenta, vacilante, todavía sin rumbo
cargada de pensamientos reprimidos
de miradas furtivas, de ilusiones,
de puertas al futuro.

Lentamente surca escollos,
recorre facciones y muecas
y en un último suspiro
avocada ya al fracaso…
se desliza suavemente hasta tus labios.

Es abanderada de la risa
el pendón negro de la tristeza
la guinda de los momentos álgidos
el réquiem de los fúnebres festejos.

Es ella, la que salva a Don Juan.
Es ella, la que exhorta a Dante.
La que acompaña al pie de la cruz,
la que nos hace a todos iguales.

Es la exaltación suprema,
la expresión material del llanto.
Es el néctar de la vida,
es el espejo del alma.